Este delicioso café procede de las fincas situadas en las laderas de los volcanes a más de 1.500 metros de altura sobre el nivel del mar. Es un café que destaca por su cuerpo pronunciado, gran sabor, baja acidez y persistencia en la boca.
El sabor, aroma, acidez y cuerpo están marcados por los diferentes microclimas que existen en el país. A menor altitud el crecimiento del café es más rápido por lo que el resultado es un café suave y con poca acidez. Conforme va subiendo el nivel del mar, las calidades del café aumentan y va adquiriendo cuerpo, acidez, sabor y un aroma más intenso.
El café guatemalteco es recolectado a mano para seleccionar los frutos de mejor calidad.